Los Pumas estuvieron cerca de la hazaña, pero no la supieron sostener

En su debut en el Mundial de Nueva Zelanda, cayeron 13-9 ante Inglaterra, actuales subcampeones. El equipo argentino se mantuvo al frente del partido hasta la mitad del segundo tiempo, pero no lo supo cerrar con algunos penales fallados y los europeos los dieron vuelta con un try de Ben Youngs.



Esta vez no hubo hazaña. A diferencia del Mundial pasado, cuando debutaron con una victoria ante una potencia como Francia, Los Pumas arrancaron hoy la Copa del Mundo de Nueva Zelanda con una lógica derrota 13-9 ante Inglaterra, actuales subcampeones del certamen.

Los tantos de Argentina llegaron por dos penales de Martín Rodríguez Gurruchaga y uno de Felipe Contepomi; los del equipo británico, por un try de Ben Youngs y dos penales y una conversión de su jugador emblemático, Jonny Wilkinson.

La ajustada caída, en el Otago Stadium de la ciudad de Dunedin, deja la sensación de que el conjunto argentino pudo haberse quedado tranquilamente con la victoria. Es que los dirigidos por Santiago Phelam hicieron un buen partido y estuvieron al frente del marcador hasta la mitad del segundo tiempo.

El encuentro se resolvió en favor del seleccionado de "La Rosa" recién en los últimos minutos, cuando el esfuerzo y la mala puntería les pasaron factura a los argentinos, que al descanso llegaron con una diferencia a favor de 6 a 3.

Los Pumas tuvieron oportunidades claras y concretas de sacar una ventaja que les permitiera afrontar más cómodos el cierre: Martín Rodríguez Gurruchaga erró cinco penales (uno de ellos hubiese resultado el 12-3 a los 16m del segundo tiempo, un golpe anímico tal vez decisivo para ambos) y Felipe Contepomi uno más.

Además se desaprovechó la poco habitual ineficacia de Jonny Wilkinson, quien también falló cinco penales. Sin embargo, en uno de los momentos clave del encuentro, los europeos no perdonaron y llegaron al único try del partido a los 26 minutos del segundo tiempo, a través de Youngs. Wilkinson se hizo cargo de la conversión y un penal del propio emblema inglés, a los 35m, terminó de poner en ventaja a los subcampeones.

Apostando a un juego físico, trabado, de fricción constante, los argentinos lograron posesión de pelota y terreno y dominio psicológico, manifestado en el nerviosismo de los británicos, que por momentos jugaron al límite del reglamento.

Pero la estrategia salió cara: primero debió salir Contepomi (entró Marcelo Bosch y Santiago Fernández pasó a jugar como apertura); y luego Tiesi (entró Juan Imhoff de wing, Horacio Agulla se corrió al puesto de fullback y Rodríguez Gurruchaga fue de centro). Ambos estarían casi descartados para enfrentar el próximo sábado a Rumania, por la segunda fecha.

Las modificaciones posicionales y el desgaste no se sintieron al inicio del segundo tiempo, cuando Rodríguez Gurruchaga llevó el marcador a 9-3 con otro penal. Pero sí a partir de allí.

El pateador argentino no volvió a acertar a los palos en las dos ocasiones que tuvo (una, clarísima, a los 16m del complemento) y Los Pumas, ya cansados (el único suplente que no ingresó fue Lalanne), no alcanzaron a mantener la escasa diferencia.

Argentina tuvo una última posesión y cruzó casi toda la cancha para acercarse al ingoal rival, pero un penal sobre Creevy (tackle sin pelota) ignorado por el árbitro Lawrence y luego una infracción de Los Pumas, pasados los 80m, cerraron el partido.

Pese a la derrota, el debut mundialista no deja de ser alentador, ya que se jugó de igual a igual ante una potencia y se dejó atrás el flojo nivel exhibido en los encuentros de preparación. Restará saber si el enorme esfuerzo físico tuvo sus secuelas y complica el sueño de ser segundos del Grupo B, lugar por el que deberá luchar mano a mano ante otro duro rival como Escocia.

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