Bob Esponja, sometido a estudio psicológico

La Universidad de Virginia hizo un estudio en niños de cuatro años para ver los efectos sobre los menores tras ver la serie del mítico personaje. Los resultados señalan que afecta a la realización de tareas con un rendimiento más bajo



El famoso Bob Esponja Pantalones Cuadrados jamás hubiera imaginado que un grupo de investigadores, liderado por Angeline Lillard, catedrática de Psicología de la Universidad e Virgina, someterían a estudio a sus más acérrimos seguidores para evaluar sus efectos en la atención y el aprendizaje.

El estudio se realizó en un grupo de 60 niños de cuatro años seleccionados al azar, a quienes les hicieron ver "Bob Esponja" o la serie de dibujos animados más lentos "Caillou" o que se dedicaran a hacer dibujos durante nueve minutos.

Transcurrido ese tiempo sometieron a los menores a unas pruebas de función mental a lo cual el estudio concluyó que los niños que habían estado viendo "Bob Esponja" realizaron las tareas asignadas con un rendimiento mucho más bajo que los demás niños.

El objetivo, según la directora de la investigación, es concienciar a los padres de los efectos en la capacidad de aprendizaje y el dominio de sí mismos de los infantes después de ver series cuyas acciones se dan a un ritmo tan rápido, como el citado "Bob Esponja".

"No recomendaría que vieran esos programas antes de asistir a la escuela o en cualquier etapa en que se espere que presten atención y aprendan", dijo Lillard.

La psiquiatra salvadoreña, Wendy Araujo, comparte esta opinión sobre el mítico programa infantil.

"El contenido es bien difuso y da lugar a muchas confusiones de diferente temática. Me llama la atención cómo se manejan las relaciones personales de una manera impulsiva, agresiva, obsesiva (...)Están haciendo una actividad o hablando de algo y cambian de repente y es algo que nada que ver. Si a un niño un poco más grande lo confunden a uno que acaba de empezar a aprender a mantener cierta atención esos cambios no le favorecen mucho", dijo Araujo.

Y añadió: "Al poner a los niños a ver programas infantiles en los tres primeros años es mejor que vean programas que sean de trama más lenta, por ejemplo, los videos de 'Baby Einstein' que son secuencias con ritmo, cierta repetición...Porque las secuencias de Bob Esponja son bien rápidas, que a veces hasta para un adulto cuesta seguir la trama".

La psiquiatra recomienda que se vean programas educativos o estimulantes para el niño, en exposiciones de media hora o pausadas de cinco minutos por la mañana y cinco en la tarde, y evitando siempre las exposiciones ilimitadas.

Además, hay que tener en cuenta que el estudio tiene muchas limitaciones, como que sólo se realizó en niños de clase media-alta y por ello se deben interpretar los resultados con cautela.

"No ha habido un estudio previo en los grupos antes de ver el programa y no se puede tomar como una información definitiva, lo que ayuda a tener las cosas más claras es ver varios estudios con relación al tema, por ejemplo, en niños más grandes y ver cómo responden", dijo Araujo, quien también recomendó que se hiciera en niños de diferentes estratos sociales, razas y culturas.

En otra prueba del estudio que media el dominio de sí mismos con el tiempo que esperaban para comerse unos bocadillos el grupo que vio Bob Esponja esperó dos minutos y medio y los demás niños un promedio de cuatro minutos.

"Como los personajes tienden a ser más impulsivos, quieren hacer algo y lo hacen, funcionan con gratificaciones inmediatas eso también le da una perspectiva errónea la niño de que las cosas así son. Son cosas que los niños que vieron el otro programa (Caillou) tenían una percepción más adecuada de que si quieren algo tienen que esperar a tenerlo", apuntó Araujo.

Y añadió: "Hay una influencia muy grande (de las caricaturas) y depende mucho de la regulación de los padres, de la edad en la que los pongan a ver esos programas, el tiempo, si los padres los ven antes y entienden el contenido que tienen".

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