Independiente y Godoy Cruz quedaron a mano

Torneo Clausura

El Rojo y el Tomba empataron sin goles en Mendoza, en un partido deslucido que marcó la continuidad de la 11ª fecha del Torneo Clausura. La visita terminó con un hombre menos por la expulsión de Adrián Argachá.


Justo empate en Mendoza.

Godoy Cruz e Independiente empataron 0-0 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, en el duelo válido por la undécima fecha del Torneo Clausura. En un marco gobernado por la imprecisión y la falta de ideas, el elenco de Daniel Oldrá fue un poco más en el complemento ante un rival que terminó con 10 jugadores.

El que mejor hizo las cosas en el prólogo fue el Rojo, con una saludable propuesta de asociarse en ataque con toques por abajo. Patito Rodríguez, a partir de su movilidad, intentó ser el guía. A los 2 avisó Farías con un remate, luego de un pivoteo de Parra. A los 4, Ibáñez le dijo que no a Argachá. Y a los 27 lo tuvo Farías, después de un cabezazo hacia atrás temerario de García.

Pero Rojas y Villar tomaron las riendas en la segunda parte del periodo inicial para darle mayor protagonismo al Tomba. A su vez, los piques de Ceballos por derecha le generaron dolores de cabeza a Argachá. La chance más clara de los mendocinos llegó a los 42, cuando el juvenil Garro no aprovechó un error de Gabbarini en la salida. Demoró demasiado en darle al arco.

En el inicio del complemento, Godoy Cruz metió miedo sobre el arco del Rojo con un tiro de Caruso, siempre incisivo con sus pruebas desde lejos. A los 12 llegó el gol anulado a Garro, que había recibido de Ramírez (la bajó con la mano en el salto con Milito). Independiente, ya con Villafáñez por Parra, intentó crear sociedades por derecha pero no tuvo la precisión del clásico.

El Tomba coqueteó con el gol nuevamente a los 22, cuando Curbelo ganó en un córner y mandó la pelota por encima del travesaño. La expulsión de Argachá (ST 38m) forzó un planteo más defensivo del visitante para la recta final y, en consecuencia, Godoy Cruz estuvo a punto de festejar.

El desahogo mendocino pudo haber llegado a los 41, cuando Ramírez no le sacó jugo a la pésima salida de Gabbarini. El delantero, un amigo clásico del gol, cabeceó desviado. El reparto de puntos le dejó una mueca de mayor disconformidad a Godoy Cruz, que en el balance general hizo un poco más que su rival.


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