Caruso se negó a pedir disculpas y su relación con el club se tensa

Polémica

San Lorenzo emitió un comunicado en el que repudia las declaraciones del entrenador y desde los altos cargos del club estarían pensando en un cambio.



La relación entre Ricardo Caruso Lombardi y la dirigencia de San Lorenzo parece haber llegado a su fin. Tras las duras declaraciones del entrenador contra un periodista, los dirigentes más importantes del club parecen haberse cansado de este tipo de actitudes del DT y el club emitió un comunicado pidiendo disculpas, algo que el entrenador se negó a hacer.

Tanto el presidente del club, Matías Lammens, como Marcelo Tinelli, vice, salieron al cruce de las últimas declaraciones de Caruso, quien había dicho que si tenía un periodista adelante lo atropellaba con el auto, y dejaron en claro que Lombardi no es el entrenador que quieren para el club.

El miércoles por la noche el club emitió un comunicado en el que repudia las declaraciones del entrenador: "La Honorable Comisión Directiva del CASLA hace saber que no comparte, ni avala, manifestaciones de cualquiera de los integrantes de la Institución, que puedan inferirse agravios o actos de violencia hacia terceras personas", comenzó el comunicado.

Y prosiguió: "Las públicas declaraciones del director técnico Ricardo Caruso Lombardi, en tanto empleado, resultan desafortunadas, inoportunas y contrarias a las premisas y valores establecidos por esta conducción".

Por su parte, Caruso se negó a pedir disculpas a pesar del pedido de los directivos ya que aseguró que el periodista a quien fue dirigido el comentario realiza una campaña en su contra. El rechazo al arrepentimiento habría sido la gota que desbordó el vaso para los dirigentes.

El alto perfil de sus declaraciones, las polémicas constantes, los malos resultados y el ambiente de crispación que llevó a dividir al plantel, terminaron de convencer a los dirigentes que Caruso no es el técnico que quieren para el club, ante la crisis económica no pueden despedirlo pero son varios los dirigentes que sospechan que con estas actitudes el entrenador está presionando para conseguir ese objetivo.

Ahora sólo resta esperar que determina la dirigencia. Enfrentada abiertamente con su entrenador, deberá tomar una decisión difícil: despedirlo y hacerse cargo del costo financiero que puede ser para el club o sostenerlo en el puesto y seguir soportando sus arranques mediáticos de los que ya están cansados.